El papel de la Mujer y los Niños durante la Revolución
Industrial:
Como aprendimos anteriormente; la
Revolución Industrial, fue un proceso de grandes cambios económicos, sociales y
tecnológicos; que por un lado trajeron muchas mejoras y beneficios para la
sociedad; pero por otro, significó un periodo de explotación para áreas
frágiles de la sociedad; como son, las mujeres y los niños; quienes conformaban
la mayor parte de los trabajadores durante la revolución. Por lo tanto, el
motivo de este ensayo es conocer… ¿Cuál fue la situación de las mujeres y niños
durante la época de la Revolución Industrial?
El trabajo infantil, es un problema que
sigue vigente en la actualidad, aunque en la mayoría de países ya es ilegal.
Con el inicio de la Revolución Industrial, los niños se convirtieron en una
mano de obra barata y que era mucho más fácil de manejar que los obreros
adultos. Existieron dos formas de trabajo infantil durante este periodo: Los
aprendices de parroquia; niños huérfanos que permanecían bajo la tutela del
gobierno británico, y que trabajaban en las fábricas a cambio de vivienda y
alimento. Y los niños que “trabajaban gratis”; los cuales tenían desde 5 años
de edad, y trabajaban en las fábricas textiles, manufactureras y en minas de
carbón. (Nuri, 2013)
Las familias; que habían migrado de los
sectores agrícolas en busca de empleos mejor remunerados, veían a las fábricas
como la única opción de supervivencia; ya que, del contrario sufrirían hambre,
necesidades y por último, la muerte; por ello, varios tomaron la decisión de
enviar a sus hijos a trabajar, para obtener algo de ingresos. Muchos niños
murieron a causa de las terribles y precarias condiciones en las que laboraban;
algunos a causa de la excesiva inhalación del fósforo procedente de las
fábricas, otros, debido a lesiones o graves accidentes, producto de la
maquinaria peligrosa que debían manipular, y muchos más, en las minas de
carbón, debido a las constantes explosiones.
Por ejemplo: Aquí tenemos el testimonio de un
trabajador, que nos muestra claramente las condiciones de trabajo: “Le vi los ojos y le pregunté qué había pasado.
-Dijo: El vigilante me ha azotado, pero no
protestes, porque nos echará a la calle-. El vigilante le había dado correazos por no haber cumplido
inmediatamente sus órdenes. Tenía la
espalda en carne viva, y seguía teniendo señales quince días después” (Blogger, 2012)
La
situación laboral de la mujer fue muy similar, pues su rol en la sociedad
cambió drásticamente. En ese entonces la mujer era considerada inferior; no tenía
amparo político, y su única función era encargarse de sus hijos y las tareas
domésticas. Con la llegada de la Revolución Industrial; las madres no tenían
nada que cocinar para alimentar a sus hijos; que estaban muriendo de hambre,
por ello se vieron en la necesidad de salir a trabajar en las fábricas, sin
importar las condiciones inhumanas que padecerían; ni que recibiesen una
remuneración mínima por su “inferioridad”, malos tratos, trabajos pesados, y a
largas horas. Generalmente se dedicaban a realizar trabajos domésticos, tareas
textiles o agrícolas y trabajos en las minas.
(Bodirikyan Mariam, 2012)
En conclusión, puedo afirmar, que no
estoy de acuerdo con las condiciones de trabajo a las que fueron sometidas las mujeres
y los niños de aquella época. Ya que en primer lugar, en realidad no fue
trabajo; más bien, fue una gran explotación; pues, los niños trabajaban entre
12 y 19 horas, y lo peor, en condiciones precarias; rodeados de insalubridad y
expuestos a productos químicos tóxicos; y así hubiese sido en las mejores condiciones,
seguiría en desacuerdo; pues, los niños tienen el derecho al estudio y a una
infancia plena, no al trabajo, pues eso es para adultos. Y por otro lado,
muchas de las mujeres, también eran muy jóvenes y tuvieron que dejar a sus
familias, en busca de trabajo. Y las adultas, no merecían trabajar en tales
condiciones, y mucho menos con salarios tan escasos, por ser consideradas
inferiores a los varones. Además, esto trajo muchos inconvenientes en la
situación familiar; debido a que éstas, cada vez tenían menos tiempo para ocuparse
de sus hijos; ya que, no existían permisos por enfermedad, por maternidad, ni
nada por el estilo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario